"Reino Unido pide ahora a nuestros socios que compartan la carga del gasto y contribuyan a que la OTAN sea más ágil ante las nuevas amenazas, incluidas la cibernética y el terrorismo", declaró el ministro conservador.
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) sitúa el gasto británico en 1,98% del PBI en su informe anual publicado esta semana.
No obstante, Londres presiona a sus socios desde que la primera ministra, Theresa May, obtuvo el compromiso del presidente Donald Trump con la OTAN en su reciente encuentro bilateral en Washington.
"Como destacados miembros de la Alianza, reconocemos la importancia de apoyar nuestros compromisos en maniobras y operaciones invirtiendo en nuevo equipamiento para afrontar las amenazas a nuestra seguridad", dijo Fallon en Bruselas.
La OTAN reforzará su doble objetivo en gasto militar —el 2% del PIB y el 20% de los presupuestos en equipos— en esta reunión a la que asiste por primera vez el nuevo secretario en Defensa de Estados Unidos, James Mattis.
Reino Unido asumió el control de las tropas aliadas de reacción rápida este pasado enero.
Ya están en marcha también entrenamientos cara al despliegue 800 militares británicos en Estonia en primavera.
La Real Aviación contribuirá además con aparatos Typhoon, que permanecerán en Rumania durante tres meses para supervisar la zona del Mar Negro.