El 24 de enero el Tribunal Supremo británico decretó que el Gobierno central tiene que someter a votación del Parlamento de Westminster la activación oficial del Brexit.
Dictaminó también que para activar el proceso no es necesaria la aprobación de los Parlamentos regionales.
En junio de 2016, el Reino Unido celebró un referéndum sobre la permanencia en la UE, en el que el 51,9% de los británicos votó a favor del Brexit.
La primera ministra británica, Theresa May, declaró con anterioridad que la notificación oficial sobre el Brexit sería enviada a Bruselas a finales de marzo de 2017.