"El Gobierno debe presentar un plan detallado (de gestión y evaluación) o corre el riesgo de fallar a los mismos refugiados que intenta ayudar, además de socavar la percepción del público en los beneficios del programa", recomienda Meg Hillier, diputada laborista y presidenta del comité.
Los refugiados se están seleccionando de entre "los más vulnerables" registrados en Jordania, Líbano, Iraq, Egipto y Turquía.
Para junio de 2016, 2.659 sirios habían sido acogidos en Reino Unido de los estimados 4,8 millones registrados fuera de su país o los 20.000 a los que Alemania ofreció amparo antes del fin de 2015.
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Los parlamentarios advierten ahora de "una falta de claridad de las responsabilidades y derechos" de las autoridades locales y los propios refugiados.
"Al comité le inquieta en particular que algunos ayuntamiento están confusos acerca de lo que deben proveer a los refugiados y cómo se financiarán (dichos servicios)", señala el informe publicado este viernes 13.
"El Gobierno central debe supervisar cuidadosamente este proceso y ser más claro con las autoridades locales, que ya se enfrentan a considerables retos financieros", resaltó la diputada laborista.
La Oficina Nacional de Auditoria (NAO) estima el coste del programa en 1.120 millones de libras (unos 1.280 millones de euros) para 2020.
Más de un centenar de autoridades locales se habían inscrito para el pasado junio en este programa voluntario.
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La falta de claridad que denuncia el PAC y el miedo a no disponer de suficientes plazas escolares o viviendas adecuadas se interpone en el potencial "éxito y rentabilidad a largo plazo" del plan gubernamental.
La NAO calcula que se necesitarán 4.930 casas o pisos y 10.664 plazas en escuelas o guarderías para acoger satisfactoriamente a 20.000 sirios para 2020.