"La primera ministra piensa que estas huelgas son erróneas y están causando incontable miseria en cientos de miles de personas", dijo el alto funcionario de Downing Street.
Los paros están en marcha en el servicio de la compañía de trenes Southern, que conecta Londres con el sureste de Inglaterra.
Por otro lado, el transporte por avión durante el puente británico —el lunes 26 es jornada festiva— está pendiente de varias negociaciones ante el organismo conciliador industrial independiente (ACCAS, en sus siglas en inglés).
Este es el caso de un sector de la tripulación de vuelo de British Airways, que ha aprobado hacer huelga el 25 y el 26 de diciembre.
El caos puede extenderse este mismo viernes en 18 aeropuertos del país si no se soluciona a tiempo la disputa laboral en Swissport, empresa de gestión de maletas desde y hasta las terminales.
Para la Federación de Sindicatos TUC la cascada de protestas es consecuencia de la inestabilidad laboral y económica desde la crisis financiera de 2008.
De acuerdo con el informe anual del TUC, se cobra hoy una media de 20 libras menos a la semana que antes de la crisis y no se espera una mejoría salarial hasta 2021.
"Los trabajadores británicos han experimentado el declive de sueldos más prolongado desde 1864 y es el más acusado de las economías desarrolladas exceptuando a Grecia", señala el informe.
May resiste presión de sus diputados para endurecer aun más la legislación sindical prohibiendo huelgas en servicios públicos, como el transporte o la enseñanza.