Europa evolucionó desde la fragmentación hacia la integración política y económica en los últimos 25 años, desde el fin de la guerra fría, lo que tuvo por resultado la facilitación del comercio, una mayor movilidad y el fortalecimiento de la cooperación transfronteriza, dijo.
Pero al mismo tiempo advirtió que estos logros "son muy frágiles" y se ponen a prueba cada día.
"La única firma de afrontar con eficacia estos retos y prevenir el surgimiento de nuevas líneas divisorias en Europa consiste en coordinar las actividades e impulsar el diálogo y la cooperación entre todos los países europeos", indicó el primer ministro bielorruso citado por la agencia Belta.
En relación con eso Kobiakov subrayó la importancia de Cefta como plataforma de diálogo y cooperación, agregando que Bielorrusia durante su presidencia en esta organización en 2017 "hará lo máximo para que se convierta en el punto de confluencia de diversos procesos y plataformas integracionistas en Europa".
El Acuerdo Centroeuropeo de Libre Cambio es una agrupación regional integrada por 18 Estados: Albania, Austria, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Italia, Macedonia, Moldavia, Montenegro, Polonia, Rumanía, Serbia, República Checa y Ucrania.
Bielorrusia se incorporó a Cefta en junio de 1996.