"El referéndum en Italia es un momento crítico no solo para el futuro de Roma sino para la UE en su conjunto. Su fracaso sería un duro golpe no únicamente para Matteo Renzi [el primer ministro italiano] sino para toda Europa. La apuesta es muy arriesgada", escribió en su perfil de Twitter el político ruso.
Según diversos expertos, en caso de que los italianos se pronuncien por el 'no' a la reforma constitucional, este referéndum podría convertirse en el siguiente eslabón de una cadena de reveses para Bruselas que se inició tras el éxito del Brexit, informa la cadena rusa NTV.
En caso de ser aprobada, esta reforma modificará radicalmente el rol del Senado y reducirá sus competencias así como disminuirá el número de senadores, que pasará de los 315 actuales a 100.
Estos cambios también pretenden cambiar el proceso de elección de los senadores para ocupar un sillón en el Senado. Si los votantes se manifiestan a favor de la reforma, de ahora en adelante los senadores serán elegidos por los representes municipales y regionales, y no a través de sufragio universal, como hasta ahora.
Aunque el Gobierno aseguró que esta medida es necesaria para el buen funcionamiento del Estado, dado que permite acelerar el proceso legislativo, mejorar la estabilidad política y reducir los costes, hay muchas voces contrarias a este proyecto. Su argumento principal es que la reforma amenaza con provocar una crisis de representatividad y empeorar la calidad de la democracia italiana.