El informe de la comisión parlamentaria especial del Reino Unido catalogó la cantidad de buques de guerra como "lamentablemente baja". Además, el programa de modernización de las naves existentes se está realizando de forma incompleta.
"En las últimas décadas, el número de buques de convoy está bajando constantemente", afirmó el presidente de la comisión parlamentaria, Julian Lewis.
Durante el último año, el programa de modernización de la Armada británica ha avanzado poco, y en enero de 2016 se anunció que los seis destructores tipo 45 —los barcos británicos más modernos— deben someterse a mejoras adicionales debido a las constantes averías, observa Robbie Gramer.
Ahora, la obligación del Reino Unido ante los socios de la OTAN —la de disponer de 19 fragatas y destructores— también es cuestionable, ya que los buques que entran en servicio no son suficientes para sustituir a todos los que se dan de baja, asegura el autor. El informe califica esta situación de "inaceptable", aunque sea temporal.
Destructores británicos de 1.500 millones de dólares en riesgo por el agua caliente https://t.co/kAc1EuEKSk pic.twitter.com/0eoqrm1Wpy
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 9 de junio de 2016
En el futuro, los contratiempos y dificultades de una de las flotas europeas más solventes puede cambiar el equilibrio de fuerzas en la región. En otras palabras, la OTAN perdería peso si la Armada rusa se refuerza, advierte Gramer.
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Un ejemplo palpable es el grupo naval ruso encabezado por el portaviones Almirante Kuznetsov, que se dirigió recientemente a Oriente Próximo. Además, Rusia tiene en marcha su propio programa de modernización de la flota, que debería permitirle competir con las Armadas de los países de la OTAN en condiciones de igualdad, concluye el autor.