Según el acuerdo firmado en 2004, Hungría podría atraer hasta 10.000 millones de dólares en créditos estatales rusos para financiar la ampliación de la central Paks —la única planta nuclear en el país—. En general, todo el proyecto de modernización de la central costará 12.500 millones de dólares.
La reciente decisión es un signo inconfundible de la conformidad de Bruselas acerca del pacto entre Rusia y Hungría.
El acuerdo ruso-húngaro fue golpeado por varias campañas mediáticas en 2015. Así, algunos medios estadounidenses publicaron varios materiales —posteriormente desmentidos por Hungría y la Comisión Europea— que afirmaban la intención de la Comisión de bloquear el proyecto.
Los expertos del mercado de las tecnologías nucleares opinaron que estas informaciones falsas servían para menoscabar las posiciones de Rosatom a favor de la Westinghouse estadounidense, de acuerdo con Vzglyad.