"Los especialistas rusos examinaron con los sistemas de diagnóstico móviles Struná (Cuerda) 92 instalaciones sociales en Amatrice y Roma, entre ellos casas residenciales, escuelas, liceos, jardines de infancia y dos puentes en arco de los siglos XVII y XVIII que no solo tienen un valor histórico sino también una importancia estratégica para la región", declaró el Ministerio.
Se señala que más de 30 Estados, incluidos EEUU y los países de la UE, ofrecieron su ayuda a Italia para paliar las consecuencias del terremoto.
"Italia tenía bastantes recursos para llevar a cabo la operación de búsqueda y rescate, para hacerlo no necesitaba la ayuda internacional, pero otra tarea de igual de importancia, al que se enfrentó para garantizar la seguridad de la población en condiciones de continua actividad sísmica, fue la de valorar la resistencia sísmica de las instalaciones sociales", señaló el ministerio.
El ministerio a su vez recalcó que Rusia es el único país cuya ayuda fue aceptada por Italia.
Un devastador terremoto de magnitud 6,0 con centenares de réplicas sacudió en la madrugada del 24 de agosto la parte central de Italia, provocando 297 víctimas y daños en las regiones de Lacio, Umbría y Marcas.
Amatrice, en la provincia de Rieti, se llevó la peor parte del seísmo, con más de 230 fallecidos entre una población de poco más de 2.600 habitantes.