El veterano diputado, de 67 años de edad, batió a su contrincante Owen Smith con el 61,8 por ciento de sufragios y un total de 313.209 votos.
"Ha sido un interesante verano de debates … las discusiones continuarán porque formamos parte de la misma familia laborista y así continuará siendo", dijo Corbyn en el discurso de victoria y al tiempo que felicitó a su equipo y a su rival electoral.
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La ventaja cosechada por el izquierdista líder es superior al 59,5 por ciento que logró en septiembre de 2015.
El 77,6 por ciento de afiliados, sindicalistas y simpatizantes con opción de voto participó en la elección, que fue forzada por el grupo parlamentario tras el debacle del Brexit.
Corbyn pidió disciplina parlamentaria y apoyo general a su liderazgo para ejercer unidos una genuina oposición al Gobierno conservador de Theresa May.
El laborismo está peligrosamente dividido desde la inesperada y abrumadora victoria del más izquierdista líder en medio siglo.
Al mismo tiempo, Corbyn ha despertado el interés en la actualidad política de jóvenes y batallones de desilusionados con la deriva hacia el centro derecha de la formación de los trabajadores desde la era de Tony Blair.
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Entorno al liderazgo se ha creado el movimiento de bases Momentum, que celebra un festival de ideas y propuestas políticas en paralelo con el congreso de Liverpool.
La afiliación al Partido Laborista se ha disparado por encima del medio millón de carnets y es la cota más elevada en una formación política en Europa occidental, según analistas británicos.
