La empresa automotriz ucraniana KrAZ vuelve a comprar los motores rusos

En 2014 la empresa ucraniana AutoKrAZ renunció a usar los motores producidos en la ciudad rusa de Yaroslavl para sustituirlos por los análogos extranjeros. La idea fracasó.

Según la información del sitio web Kremenchuk Today —de la ciudad donde está situada la fábrica KrAZ—, la empresa ucraniana intentó instalar los motores de diferentes productores internacionales, como Deutz, Cummis, Daimler, Fiat, Ford e incluso Toyota.

Pero los componentes europeos, asiáticos y norteamericanos no satisfacían a los ingenieros ya que son caros y requieren ajustes adicionales para ser compatibles con los vehículos producidos por la planta.

Al fin y al cabo, la fábrica tuvo que recurrir de nuevo a los motores rusos. Según los periodistas, KrAZ compra motores rusos "a través de una empresa ubicada en el Báltico" para 'evadir' las sanciones.

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Una situación semejante ha ocurrido con una de las empresas principales para la economía de Ucrania —la compañía de aeronaves Antónov— que ahora constata no poder construir aviones sin componentes rusos, prohibidos por la parte ucraniana por motivos políticos.