"Apoyamos el suministro de los recursos energéticos de todas las fuentes posibles, y las de Rusia no pueden ser excluidas. Es nuestra posición", dijo Velanis.
Grecia, continuó Velanis, espera "llegar a una comprensión con la Comisión Europea, otras comisiones y Europa y en esta dirección también trabaja el propio Gobierno de Rusia".
"Encontraremos conjuntamente la mejor solución sosegada y lógica", opinó.
Según Velanis, Grecia analiza la promoción conjunta de proyectos de suministro de gas con otros países europeos.
"Se firmaron memorandos sobre la cooperación con Italia", recordó.
"Creemos que no es un asunto político, se equivocan los que confunden la política con los asuntos exclusivamente económicos y de negocios", dijo el funcionario.
El asesor destacó que está interesado en la construcción de una terminal del gas natural licuado e instó a que los países compradores gocen de un precio competitivo.
"Si algún país, EEUU, países árabes, puede suministrar gas natural licuado a un precio más bajo que el del gas que llegará a través de los gasoductos, claro que se comprará", resaltó.
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Señaló que deben ganar los proyectos más ventajosos económicamente.
"La economía finalmente dará respuestas a esta disputa", dijo.
"Fueron aclarados algunos aspectos de este plan: la construcción del gasoducto turco, un ramal para Turquía, otro para otros países, incluida Grecia, y la promoción de la corriente de gas al oeste de Europa", afirmó.
Velanis subrayó que los dos altos funcionarios reafirmaron su intención de realizar este plan lo antes posible.
El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, valoró en términos positivos el 11 de septiembre la reconciliación entre Rusia y Turquía y reafirmó el interés de Atenas por la construcción del gasoducto cerca de las fronteras griegas.
El proyecto Turk Stream contempla la construcción de una tubería con potencia de 63.000 millones de metros cúbicos de gas de Rusia a Turquía, cruzando el mar Negro.
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El gasoducto, con una extensión de 1.100 km, llevará el combustible hacia la frontera entre Turquía y Grecia, donde se crearía un centro de conexión gasístico para que los países de la UE distribuyan el gas en sus territorios por su cuenta.