"No es una propuesta para retornar a la década de 1950, sino para mirar al futuro… un futuro en que cada niño debe tener acceso a una buena plaza escolar", declaró.
La administración de Tony Blair prohibió la apertura de nuevos 'grammar schools', como se denomina al limitado número de colegios estatales que imponen un examen de acceso a los 11 años de edad del aspirante.
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May defendió en su discurso que la "selección existe" en función del poder adquisitivo de los padres, con unos "pocos privilegiados" en posición de pagar una educación privada o mudarse a áreas de admisión de colegios públicos con buena reputación.
"La verdad es que ya tenemos selección en nuestro sistema escolar y es una selección basada en el precio de la vivienda, una selección basada en la riqueza", argumentó.
Con su limitada mayoría parlamentaria, el Ejecutivo tendrá problemas para aprobar sin enmiendas una reforma a la que se opone la mayoría del resto de partidos.
"El gobierno tory está deliberadamente ignorando las pruebas abrumadoras de que la selección de niños a los 11 años conduce a un país más desigual", denunció la responsable laborista en Educación, Angela Rayner.
I want Britain to be the world’s great meritocracy: https://t.co/bziRdtC7Vn pic.twitter.com/EfiJrNrzG1
— Theresa May (@theresa_may) 9 de septiembre de 2016
El secretario general del Sindicato de Profesores, Kevin Coutney, protestó que la luz verde a la construcción y expansión de los colegios estatales elitistas es un "paso regresivo y una distracción de los problemas reales".
La profesión se queja de falta de profesorado y recursos financieros en la red de colegios estatales.