"En total durante todo su tiempo de trabajo (en Portugal) los aviones del Ministerio de Emergencias lanzaron casi 1.500 toneladas de agua en 134 descargas y protegieron de las llamas tres parques nacionales y 24 localidades en las cuales viven más de 78.000 personas", dijo un portavoz del ente.
Los aviones llegaron a Portugal el 13 de agosto y empezaron su trabajo el día siguiente.
Un Be-200 es capaz de recoger hasta 12 toneladas de agua en cualquier fuente sin regresar a la base.
Los aviones rusos se encuentran en un aeródromo de la ciudad de Leiria donde se definen las zonas de extinción de incendios que cambian diariamente.
Las tripulaciones de los aviones rusos enviados a Portugal a petición del Gobierno luso cuentan con una vasta experiencia en la lucha contra incendios, en particular en Grecia, Montenegro y Serbia.