"Si en Europa ocurrieran los mismos atentados que aquí, restablecerían la pena capital y declararían enseguida el estado de emergencia", dijo Erdogan durante una reunión de la Asociación de Abogados de Turquía.
Erdogan y el primer ministro, Binali Yildirim, tras la intentona de golpe de Estado de la noche del 15 de julio, dijeron que podrían volver a aplicar la pena de muerte, abolida en 2004, a los golpistas.
Erdogan señaló que promulgaría la ley correspondiente si el Parlamento vota a favor.
A principios de agosto el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, declaró que si Ankara restableciera la pena de muerte, las negociaciones sobre su ingreso en la UE se suspenderían de inmediato.
En sureste del país los atentados, de los que las autoridades responsabilizan el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), ocurren casi a diario, muchas veces provocando muertos.