Corbyn se enfrenta a una moción de censura contra su liderazgo planteada por dos miembros del grupo parlamentario.
Una de las impulsoras de la moción, Margaret Hodge, justificó la acción de rebeldía en el "fracaso" de Corbyn en el "examen de liderazgo" de la consulta popular sobre la permanencia o salida de la UE.
El veterano activista, que en 1975 votó en contra de la adhesión a la Comunidad Económica Europea (CEE), suscitó dudas sobre su compromiso real con la campaña del 'dentro'.
"A diferencia de los tories, Jeremy Corbyn lideró un partido unido a favor de la permanencia en la UE", declaró McGinn a esta agencia.
Solo un puñado de parlamentarios laboristas secundó el frente que finalmente se alzó con la victoria en la madrugada del viernes 24.
Y la derrota de la línea oficial del partido ha hecho estallar la disciplina mantenida durante la campaña respecto a un líder que no se ha ganado la confianza ni respeto del grupo parlamentario desde su elección en agosto de 2015.
Corbyn quedará "bajo aviso" de que debe esmerar su liderazgo y encauzar el laborismo en feudos ingleses que se están perdiendo con la aparentemente imparable embestida del euroescéptico y patriota UKIP de Nigel Farage.
"El laborismo necesita reconectar y no ser percibido como una organización tan distante del electorado. Se necesitan mejores mensajes, lemas y vías de comunicación", defiende la concejala y profesional de marketing.
Al mismo tiempo, su lugarteniente en el 'gobierno en la sombra' y viejo amigo, John McDonald, advirtió contra cualquier intento de derrocar al líder en esta fase de debilidad del Partido Conservador.
David Cameron anunció en la mañana del viernes que dejará su cargo como primer ministro y líder conservador en el otoño a más tardar.
Fue la primera baja política pero probablemente no la última de una victoria del Brexit que ha sorprendido a ambos bandos, a dirigentes extranjeros y a los mercados financieros.