Kiruna, fundada en 1900 y con una población de 19.000 personas, pronto se someterá a uno de los desplazamientos urbanos más ambiciosos en lo que va de siglo: la ciudad entera tendrá que reubicarse a unos tres kilómetros al este de su ubicación actual. La 'mudanza' se debe al peligro que afronta la ciudad tras los trabajos en una mina de hierro que se sitúa en la frontera occidental de Kiruna, que han hecho que el suelo sea inestable.
LKAB, determinada a preservar la ciudad y la mina, tomó el control de la situación al obtener el permiso de las autoridades de mover Kiruna y convocó un concurso con el objetivo de buscar la forma más apropiada de llevar a cabo el traslado.
Para ser la idea elegida, el proyecto debía proponer un nuevo hábitat sostenible que no dependiera por completo de la minería y promoviera la cohesión social y urbanística de la ciudad. También era necesario que los vecinos no sintieran una pérdida de identidad con la mudanza.
Del total de 57 propuestas recibidas de diferentes agencias arquitectónicas fue seleccionado el proyecto titulado 'Kiruna 4-ever' presentando por dos empresas —White Arkitekter y Ghilardi y la empresa Hellsten—.
La nueva ciudad no va a ser una réplica exacta de la Kiruna actual, que está formada por casas con patios privados: la antigua localidad dará paso a bloques de apartamentos con jardines interiores, avenidas protegidas de los vientos y iluminación especial para compensar los largos meses de la Noche Polar —todo esto garantizará un desarrollo urbano sostenible y convertirá la ciudad en una urbe más moderna—.
Muchos de los edificios de la vieja ciudad serán demolidos pero el carácter urbano de Kiruna se mantendrá con la reutilización de los materiales de las construcciones derribadas para erigir nuevas estructuras.
No obstante, los elementos arquitectónicos más significativos culturalmente —incluida la Iglesia de Kiruna de estilo 'art nouveau', que una vez fue elegida como el edificio más hermoso de Suecia— serán completamente reubicados.
La idea principal del plan de la nueva ciudad consiste en la construcción de un 'cinturón' urbano alrededor de la calle central que conectará el centro de la ciudad con los barrios residenciales, el aeropuerto y la mina Kirunavaara. Los primeros edificios de la nueva Kiruna serán el ayuntamiento, una residencia para estudiantes, la biblioteca y la piscina.
"Nuestro mayor reto noes diseñar una ciudad nueva. Nuestro reto es trasladar la mentalidad de las personas y su cultura", ha afirmado Mark Szulgit, uno de los arquitectos involucrados en el proceso de reubicación de Kiruna.
El traslado de la población se desarrollará durante 20 años y tendrá el 2033 como fecha final. La mudanza se llevará a cabo gradualmente y ya se han realizado las primeras demoliciones. No obstante, a causa de los numerosos desafíos que surgen y la complejidad del proyecto, la reubicación podría extenderse durante más tiempo.
Las autoridades de la localidad han grabado un vídeo en el que se puede ver cómo se está desarrollando el proyecto que puede provocar ansiedad e incertidumbre entre los ciudadanos.
Sin embargo, los habitantes de Kiruna apoyan el proceso de mudanza y se lo han tomado como una oportunidad de construir una ciudad mejor en un nuevo terreno más favorable.
