"Si el flujo de inmigrantes se escapa de control, la valla ayudará", dijo el jefe de la policía de la provincia de Finnmark, Ellen Katrine Hætta.
La televisión indicó que las autoridades noruegas ya informaron a la parte rusa sobre la nueva medida.
"No tenemos derecho a obligar a otros países a recibir a refugiados", afirmó la ministra y reconoció que en este momento es imposible devolver a los que pidan asilo en Rusia.
Subrayó que esta decisión no significa que todos los refugiados que lo solicitaron recibirán el permiso de residir en Noruega.
"Los que no reciban el permiso, regresarán a su país", agregó.
El Gobierno de Noruega no excluye la posibilidad de que el flujo de refugiados pueda aumentar, como ocurrió a finales del año pasado cuando en unos meses 5.500 personas cruzaron la frontera.