Hammond señaló que el referendo para la adhesión de la península a Rusia fue "una burla a la democracia, improvisado en tan solo dos semanas a punta de bayoneta rusa y sin la presencia de observadores internacionales independientes".
Además, "fue utilizado como pretexto prefabricado para una anexión ilegal de Crimea, el primer cambio forzado de fronteras europeas en las últimas décadas".
Crimea se separó de Ucrania y se incorporó a Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que la mayoría aplastante de los votantes avalaron esta opción.
Kiev no reconoció los resultados de la consulta popular ni la incorporación de la península a Rusia y la considera territorio bajo ocupación temporal rusa.
La reintegración de Crimea a Rusia fue calificada de "anexión ilegal" también por EEUU y la UE que aprobaron varios paquetes de sanciones contra Moscú.