LONDRES (Sputnik) — El director de finanzas, Thomas Piquemal, renunció a su cargo por desavenencias sobre Hinkley Point C, que con un presupuesto estimado en 18.000 millones de libras (más de 23.000 millones de euros) va camino de ser la central eléctrica más cara del mundo.
La dimisión se produjo días después de la cumbre franco-inglesa en la que el presidente, François Hollande, reafirmó al primer ministro, David Cameron, su compromiso con el polémico y retrasado proyecto.
Fue la segunda baja directiva en las últimas semanas y provocó una caída del seis por ciento de las acciones de este grupo controlado en el 84,5 por ciento por el Estado francés
La construcción de la central es uno de los pilares en la estrategia energética del gobierno conservador, que quiere renovar los quince reactores nucleares aún activos en el país antes de su cierre previsto entre 2023 y 2030.
El Ejecutivo de Cameron ha garantizado a EDF 92.50 libras por megavatio de electricidad/hora durante 35 años. Este precio representa más del doble de la tarifa actual.
El Gobierno tory intentó cimentar el proyecto atrayendo capital estatal chino en la construcción de la primera central nuclear de nueva generación.
El presidente Xi Jinping firmó el contrato con EDF por un tercio de los costes de construcción y un 33,5 por ciento de acciones en Hinkley Point C, durante una visita oficial a Reino Unido el pasado octubre.