El informe pinta una imagen grave de la situación actual en Europa, que sufre de "una polarización política y un fortalecimiento de las fuerzas extremistas", así como de "divisiones entre el norte y el sur y el este y el oeste en la UE, entre las políticas nacionalistas y anti-UE de los Gobiernos de los países clave de Europa del Este".
Asimismo advierte de nuevos atentados y de que la crisis migratoria llegó a un punto después del cual "el número (de refugiados) que los habitantes y las autoridades de los países europeos pueden absorber ya se ha alcanzado o es inminente".
Asimismo el documento añade que Noruega no está totalmente preparada psicológicamente para las consecuencias de la desintegración de la cooperación europea, tampoco para "la plena carga de la crisis migratoria".
Según datos de la agencia Frontex, más de 1,83 millones de migrantes entraron en la UE en 2015 de forma ilegal.
El año pasado cerca de 30.000 personas solicitaron asilo en Noruega, un país con 5,2 millones de ciudadanos.