“Ucrania es incapaz de solucionar los asuntos políticos (…) y por tanto pretende reorientar (las negociaciones) hacia los problemas militares, intenta prestarles más atención”, dijo Pushilin a la prensa.
Últimamente las partes del conflicto en Donbás, así como los observadores, registran un aumento del número de violaciones del armisticio acordado el año pasado por el Grupo de Contacto Trilateral (Rusia, Ucrania y la OSCE).
Desde su inicio en abril de 2014, las hostilidades segaron más de 9.000 vidas y causaron más de 20.700 heridos, según la ONU.