Jim McMahon se hizo este viernes con el escaño de Oldham West y Royton, en el norte de Inglaterra, con una mayoría y un porcentaje de votos mayores de lo anticipado por todos los analistas.
La elección fue motivada por la muerte de un diputado laborista que retenía la plaza desde hace 45 años.
El líder laborista señaló que la amplia mayoría, con un porcentaje del 62,11 por ciento de votos, demuestra "el fuerte, arraigado y amplio" respaldo "no solo en Oldham sino en todo el país" en su estrategia política.
Corbyn añadió que, bajo su dirección, los laboristas están forzando al Gobierno conservador de David Cameron a "dar marcha atrás", retando "su agenda y narrativa de austeridad".
McMahon obtuvo casi el triple de apoyos que su rival directo, el candidato del Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP, por sus siglas en inglés).
Los conservadores, en tercera posición, retrocedieron diez puntos en el reparto de votos respecto a las generales de mayo de 2015.
La victoria da un respiro al líder laborista, tras cerca de tres meses de divisiones y antagonismo con su grupo parlamentario.
Desde la votación en la Cámara de los Comunes de este miércoles a favor de emprender ataques aéreos en Siria contra el Estado Islámico (EI o Daesh, en su acrónimo árabe), el sector moderado del partido y la prensa británica presionan por la destitución del "pacifista" Corbyn.
Tom Watson, vice líder y diputado favorable a la intervención militar, urgió esta mañana a sus parlamentarios a volcar su apoyo en Corbyn tras este "muy buen" resultado electoral.
Nigel Farage, líder de UKIP, denunció supuestas irregularidades en el voto postal, aunque reconoció la victoria de McMahon.
El auge de la formación de Farage en similares enclaves post-industrialistas ingleses fue una de las causas que hundió a los laboristas en las generales de 2015 y facilitó la inesperada mayoría de los conservadores de Cameron.