El ex militar, cuya identidad no se ha dado a conocer, fue detenido este martes por agentes de la brigada de crímenes histórica del servicio de policía del Ulster (PSNI, en sus siglas en inglés).
El arresto está conectado con la violenta e indiscriminada represión por parte del Ejército británico de una manifestación en demanda de derechos civiles en la ciudad norirlandesa de Derry, hace casi 44 años.
Trece manifestantes murieron ese domingo acribillados a balas por miembros de la división de paracaidistas. Otra persona falleció después en el hospital a consecuencia de los disparos.
Es la primera vez que un ex soldado es detenido en relación con la masacre.
Detectives del PSNI le interrogan sobre tres asesinatos y un intento de asesinato en el Domingo Sangriento, de acuerdo con familiares de las víctimas.
El primer ministro británico, David Cameron, se disculpó en 2010 por una atrocidad que, según dijo en el Parlamento de Westminster, fue “injustificada e injustificable”.
El dirigente tory respondía al último informe sobre los eventos, apodada Investigación Saville, que exoneró a los manifestantes y culpó al Ejército de todas las muertes.
La investigación concluyó que los soldados dispararon las primeras balas esa jornada y apuntaron incluso contra civiles que intentaban escapar de la violenta situación.
Miembros del Ejército activos ese domingo también dispararon contra individuos que corrieron en socorro de heridos en las calles de la segunda ciudad de Irlanda del Norte, de población mayoritariamente católica.
La Investigación Saville, que tardó 12 años en publicar sus conclusiones, condujo a la reapertura de las pesquisas policiales.
Se estima que el detenido este martes prestó declaración ante el panel investigador identificado únicamente como ´soldado J´.
Es muy probable que este va a ser el primero de otros arrestos de ex militares que practicará el PSNI en relación con el ´Domingo Sangriento´.
“Abre una nueva fase en la investigación global que continuará durante bastante tiempo”, dijo el inspector Jefe Ian Harrison tras informar del arresto.
El ministerio de Defensa se privó de hacer declaraciones sobre este inédito paso en la operación policial en torno a los potenciales culpables de la matanza de Derry.
La detención causó sin embargo malestar entre políticos unionistas de Irlanda del Norte.
Para las víctimas en cambio es una acción tardía pero alentadora en su larga campaña por obtener justicia.
La mortal represión y el encubrimiento posterior por parte del Gobierno, las Fuerzas Armadas y otras autoridades de Reino Unido se identifican entre los factores que llevaron a generaciones de católicos norirlandeses a unirse al Ejército Republicano Irlandés, el IRA.