'El museo del crimen al descubierto', título de la muestra, documenta técnicas y avances científicos en las pesquisas policiales de muertes violentas y de otros delitos, como violaciones, abortos, robos, falsificaciones y tráfico de drogas.
Es la primera vez que la Policía Metropolitana de Londres (MET, por sus siglas en inglés) abre sus archivos documentales al gran público.
La colección de Scotland Yard incluye más de 2.000 artefactos de los que se han escogido unos 600 relacionados con notorios asesinos, como Jack el destripador y los hermanos Kray, reconocidos espías soviéticos o, entre muchos otros, la última mujer que murió en la horca por matar a balazos a su agresivo novio.
En las salas subterráneas del museo se exhiben también morteros lanzados por el IRA en los años noventa y una réplica de la carga de explosivos que llevaban en sus mochilas los autores de los atentados islamistas en el metro y autobuses londinenses, en julio de 2005.
La exposición estará abierta hasta el 10 de abril de 2016, aunque los menores solo podrán visitarla acompañados por un adulto.
"Su contenido es demasiado perturbador, particularmente los artefactos contemporáneos pueden molestar a muchas personas y, desde luego, yo mismo me siento incómodo", admitió a Sputnik Nóvosti Alex Werner, director de las colecciones históricas del Museo de Londres, durante la presentación de la muestra a los medios de comunicación.
La MET comenzó a compilar su 'museo' en 1875 con fines científicos y didácticos. Era y sigue siendo una vía directa para enseñar a los nuevos reclutas "cómo resolver un crimen y asegurar el procesamiento de criminales", según explicó Werner.
Del siglo XIX se conservan moldes en yeso de la cabeza de criminales que habían sido ahorcados en Newgate, la notoria prisión de la calle Old Bailey, en la City de Londres.
Estos bustos eran examinados por expertos en frenología o servían simplemente para no olvidar la fisonomía de los más famosos asesinatos. Son quizá el equivalente de las fichas fotográficas contemporáneas.
La sección dedicada a la Guerra Fría incluye objetos cotidianos manipulados por Konon Molody, agente soviético del llamado circulo de espías de Portland.
Molody escondía microfichas con información filtrada sobre el programa nuclear submarino británico en un bote de polvos talco, un cinturón de cuero y un mechero que la policía descubrió en su residencia de Londres. En el piso también se encontró una pila eléctrica con 6.000 dólares en billetes de 20 camuflados en su interior.
"La exposición cuenta la historia de la evolución en la detección del crimen y el desarrollo de las técnicas científicas hasta el descubrimiento del ADN", resumió el responsable del Museo de Londres.
La muestra plantea también preguntas sobre si es correcto, ético y oportuno exhibir pruebas de crímenes reales con víctimas reales.
"La reacción y las respuestas del público ayudarán a la MET a decidir si abre definitivamente su ´Museo del crimen´, pero en nuestra institución no lo acogeremos con carácter permanente", aseguró a esta agencia el responsable en colecciones históricas del Museo de Londres.
