El diario ha destacado que el propio Poroshenko, propietario del grupo Roshen que produce casi medio millón de toneladas de bombones de chocolate al año y con fábricas en Ucrania, Lituania, Hungría y Rusia, ha sido objeto de críticas en su país por negarse a revelar sus ingresos, aunque una de sus promesas electorales fue reducir el poder de los magnates.
En la entrevista el mandatario ha abordado también la situación en las provincias de Donetsk y Lugansk y ha calificado la tregua establecida desde el pasado 1 de septiembre como un "cambio de táctica" que no necesariamente llevaría al cese definitivo de las hostilidades.
Por otro lado, ha asegurado que su país está dispuesto a colaborar con los Estados occidentales otorgándoles a sus observadores acceso a los territorios afectados por los combates para que verifiquen el cumplimiento de los acuerdos de Minsk.
Ucrania lanzó una operación militar en abril de 2014 en las provincias de Donetsk y Lugansk para ahogar los focos de indignación por el cambio de poder violento en el país en febrero de ese mismo año.
Las hostilidades han causado ya unos 8.000 fallecidos y más de 17.800 heridos, según estimaciones de la ONU.