El descendiente de Nicolás I planea visitar el Palacio de Livadia, ex residencia de verano del último zar ruso Nicolás II, así como ver Sebastopol.
"Lo más importante es que Crimea ahora podrá desarrollarse, empezar a avanzar y no solo en la economía o en el sector de turismo, sino en todos los dominios", dijo Románov a los periodistas.
El príncipe contestó afirmativamente a la pregunta de si puede mudarse a Crimea desde Dinamarca, donde reside con su familia actualmente.
El representante de la Casa Románov ha dicho que es optimista y confía en que las relaciones entre Rusia y Occidente se normalicen.
Dmitri Románov es tataranieto del emperador Nicolás I, encabeza la fundación de caridad "Los Románov para Rusia", desde la década del 90 visita con regularidad el país ruso, donde participa en ceremonias religiosas y políticas.