"Han apostado mucho a esta posición de hegemonía europea a través de la austeridad, que refuerza su papel exportador y acreedor, si aceptaran concesiones a Grecia (y otros países del Sur) podría ser su final político", dice.
Para entender cómo se ha llegado a esta situación, Cutillas cree que hay que tener en cuenta el rol jugado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la crisis griega.
"El FMI, que ha sido un arma geopolítica elemental en las últimas décadas, lo ha sido debido a su credibilidad como acreedor, o sea su capacidad de intimidar y de amenazar con represalias serias si no se le paga", afirma.
El miembro del Comité de auditoría de la deuda griega recuerda que "Grecia es el primer país del Norte que no le paga, al haberse negado a pagar el pasado martes el vencimiento de 1.544 millones".
"Esta situación se confirmará como impago oficial después de un mes, o sea el 30 de julio", precisa.
Si Grecia no paga, Cutillas considera que "el FMI y sus socios deberían castigar a Grecia seriamente para no dañar la reputación del Fondo": "el FMIsiempre ha sido el acreedor prioritario, por lo que la situación actual lo pone totalmente en entredicho", explica.
"Se ha especulado con que el informe publicado en favor de los argumentos de Grecia la semana pasada era una manera de transmitir que el FMI se usará para financiar a Grecia si ésta no llega a un acuerdo con la Comisión europea, el BCE y sus socios europeos", asegura.
De esta forma, precisa, el FMI "podría reparar su reputación y pasaría a ser otra vez el acreedor preferencial, pasando por encima de los Estados europeos".
Este paso "pone presión a Merkel y Schäuble", quienes, según Cutillas, "en estos momentos deben estar muy enfadados con Obama", ya que "EEUU hace casi una enmienda a la totalidad de la posición y las políticas alemanas".
"En definitiva, los intereses de unos y otros son difíciles de encajar", resume Cutillas, ya que "EEUU y Alemania deben reconciliar sus posturas si no quieren que Grecia estreche sus relaciones con Rusia y China".
A pesar de todo, "Merkel y Schäuble tienen liderazgos muy consolidados en su país", insiste el economista, por lo que "por mucho que se les cuestione desde los EEUU o desde el sur de Europa su posición es difícil que se mueva".
El Comité de auditoría de la deuda griega se formó a comienzos de abril por iniciativa del Parlamento griego y lo dirige el politólogo Eric Toussaint, portavoz del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo.
Está formado por 30 miembros, 15 griegos y 15 expertos internacionales de varios campos, y es enteramente independiente.
Dos españoles forman parte de este comité: el economista Daniel Albarracín, asesor del partido político Podemos, y el propio Cutillas, economista y miembro del Observatorio de la Deuda y la Plataforma de la Auditoría Ciudadana de la Deuda.
