Túrov informó que pese a la disminución del intercambio de mercancías entre los países en más de un 16%, "no vale la pena dramatizar la situación general".
"Por ahora el volumen continúa disminuyendo, pero las primeras cifras de año no son un indicador; existe interés en cooperar, pero se alza la cuestión del otorgamiento de garantías", dijo Túrov.
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Según el representante, "la situación con los Mistral en cierta medida asustó a los empresarios franceses, hablando en claro, los negociantes no comprendieron a su gobierno, porque existe el principio del derecho romano 'Pacta sunt servanda', los acuerdos deben cumplirse, la política es la política pero la economía es la economía".
"En estos momentos en las relaciones internacionales todo está virado patas arriba, la política controla la economía y ese fenómeno no es muy positivo", observó el representante comercial ruso.
El contrato por 1.200 millones de euros para la entrega de dos buques Mistral a Moscú fue firmado en 2011 entre la empresa francesa DCNS y la rusa Rosoboronexport.
Francia suspendió el suministro del primero de los dos buques, prevista inicialmente para el 14 de noviembre pasado, tras la escalada del conflicto en Ucrania.
Moscú espera que París le entregue los buques o reembolse el dinero.
