La víspera, la Fiscalía belga confirmó haber iniciado una investigación sobre el posible espionaje a favor de EEUU.
Previamente, la televisión de Bélgica informó que varios segmentos de internet en 30 países europeos, 15 de ellos belgas, cayeron bajo el control de la inteligencia alemana.
La Fiscalía Federal de Bélgica señaló, con anterioridad, que "se trata de ataques de hackers o escuchas telefónicas ilegales y vigilancia de líneas determinadas del (operador nacional) Belgacom, que supuestamente se llevaron a cabo por servicios alemanes y la NSA".
El escándalo irrumpió cuando una serie de medios alemanes informaron que la NSA había usado las capacidades técnicas del Servicio Federal de Inteligencia de Alemania (BND) para espiar a los políticos de Francia y Austria, así como a grandes empresas.