"Todas nuestras tropas fueron puestas en alerta máxima", dijo Lisenko a la prensa en Kiev.
En este sentido, descartó una pronta retirada de armas pesadas de la línea de separación.
"Debido a la complicada situación y el aumento de los ataques en el tramo Marinka-Krasnogorovka, por el momento, no replegamos las armas pesadas", dijo, al señalar que "los socios internacionales (de Kiev) han sido informados de esta circunstancia".
Señaló que "a raíz de los riesgos para la vida de los civiles en Marinka y Krasnogorovka, ha comenzado la evacuación de la población de estas localidad a zonas seguras de la provincia de Donetsk".
El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, dijo que Ucrania informó a la OSCE que iba a usar armas pesadas en su operación contra las milicias en la zona de Marinka.
"Cumplimos con todos los compromisos que Ucrania asumió a raíz de (los acuerdos de) Minsk. Antes de usar las armas (pesadas) en Marinka informamos a la OSCE y a nuestros socios (…) y solo después desplegamos las armas", dijo en una rueda de prensa.
El este de Ucrania vive un conflicto armado que, según los últimos datos de la ONU, causó más de 6.400 muertos y unos 15.900 heridos desde abril de 2014.