El Servicio de Seguridad comunicó al periódico en abril pasado que "se podía hacer muy poco" para detener a la gente que viaja a Siria para unirse a las filas de grupos inspirados por Al Qaeda.
Además, indicaron que varios funcionarios de la Unión Europea estiman que hasta 6.000 europeos han luchado del lado del EI.
El Sapo confirmó también que al menos 150 residentes suecos han estado en Siria o Irak combatiendo por el EI u otros grupos extremistas y al menos 35 de ellos murieron en enfrentamientos.
La expansión del Estado Islámico, que se ha apoderado de una parte considerable de los territorios de Irak y Siria, se convirtió en uno de los mayores problemas globales desde junio de 2014.
La zona de conflicto atrae a cada vez más jóvenes europeos, que después engrosan las filas del EI.
El comisario de la policía de Finlandia, Jari Taponen, declaró anteriormente que el EI reclutó para sus filas a decenas de ciudadanos finlandeses.
Según los datos del informe del Consejo de Seguridad de la ONU, publicado en octubre pasado, en total unas 15.000 personas de 80 países llegaron a Siria e Irak para unirse al grupo extremista Estado Islámico y otras organizaciones terroristas.