El recuento final, que se anunció este sábado en el castillo de Dublín, dio al Sí el 62,1 % de votos frente al 37,9% de la campaña del No.
La participación de más de 60% fue superior a las registradas en la treintena de consultas anteriores convocadas para modificar la Constitución irlandesa de 1937.
Irlanda pasa hoy a la historia como el primer país que legaliza el matrimonio igualitario en referéndum. En el resto de 19 países que reconoce la unión legal entre parejas gay se siguió la ruta parlamentaria para introducir el trascendental cambio social.
La Constitución irlandesa será ahora enmendada en su apartado dedicado a la familia con la cláusula inscrita en las papeletas electorales: "el matrimonio puede ser contraído de acuerdo con la ley por dos personas sin distinción de su sexo".
Todos los partidos parlamentarios apoyaron la legalización en una campaña que fue liderada en el bando contrario por organizaciones seculares católicas y el clero de esta y otras nominaciones religiosas.
"Es un resultado tremendamente importante", resaltó Gerry Adams, presidente de Sinn Fein.
"Frustrante", reconoció John Murray, del Instituto Iona, uno de los principales impulsores del No.
La decisiva victoria refleja la pérdida de influencia de la Iglesia en la sociedad irlandesa. El declive comenzó hace dos décadas, con la despenalización de la homosexualidad en 1993 y la aceptación del divorcio en referéndum tres años después.
El parlamento de Dublín aprobó en 2010 una ley que permite la unión civil de parejas del mismo sexo. El pasado viernes el electorado irlandés se volcó en masa para encuadrar en el marco constitucional los matrimonios entre hombres o mujeres.
