“Hasta el momento no se ha dado el consentimiento de las milicias en este ámbito, por eso nos vemos obligados a mantener las unidades dotadas con estas armas y por ahora no las retiramos”, dijo.
Recordó que previamente Kiev llamó a retirar este tipo de armas y el asunto se abordaba a nivel de los cancilleres.
Esta semana, el vicepresidente del Parlamento de la República Popular de Donetsk, Denís Pushilin, expresó la disposición de los milicianos de replegar carros de combate y armamento pesado de calibre inferior a 100 mm de la línea de separación en el este de Ucrania.
La región vive un conflicto armado que empezó en abril de 2014 cuando las nuevas autoridades ucranianas iniciaron una operación militar contra las milicias de Donbás, región disconforme con el violento cambio de poder en febrero del mismo año.
Según los últimos datos de la ONU, las hostilidades han causado más de 6.100 víctimas mortales.
Actualmente está vigente un alto el fuego que el Grupo de Contacto (Rusia, Ucrania, OSCE) para la resolución de la crisis ucraniana aprobó el 12 de febrero pasado en Minsk.