"Por mi parte haré cuanto esté a mi alcance para que los asesinos respondan por sus fechorías", escribió Yanukóvich en el semanario ruso Argumenti i Fakti agregando que "la información sobre los francotiradores y sus patronos, actualmente en el poder en Kiev, se filtra cada vez más a menudo en la prensa e incluso en la occidental".
El exmandatario pidió a las autoridades actuales señalar qué promesas han cumplido de las que dieron durante las protestas conocidas como Euromaidán.
Constató que en realidad se pospuso la implementación de la parte económica del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.
Sin embargo, ahora no solo no se han anulado los visados sino que se han complicado los viajes al extranjero, ha empeorado el nivel de vida de la población, ha aumentado la corrupción, los oligarcas han concentrado en sus manos un poder ilimitado y ha desaparecido por completo la libertad de expresión.
Según Yanukóvich, "Ucrania se dirige desde el exterior desde que se dio el golpe de Estado hace ya un año".
El exmandatario le pidió a los líderes de las principales potencias que obren de modo consecuente intentando solucionar la crisis ucraniana.
"La comunidad mundial debe ejercer presión sobre los dirigentes de Ucrania con el fin de parar una guerra en la que mueren muchos civiles", señaló.
La emblemática Plaza de la Independencia de la capital ucraniana, Maidán, acogió multitudinarias manifestaciones a favor de la integración en la UE a finales de noviembre de 2014, después de que el anterior Gobierno encabezado por Nikolái Azárov suspendiera la firma del Acuerdo de Asociación con Bruselas.
Posteriormente el Euromaidán fue escenario de violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los activistas radicales que se saldaron con 67 muertos y 145 heridos.
En medio de las violentas protestas Yanukóvich se vio obligado a huir de Ucrania en febrero de 2014 y, poco después, el Parlamento le cesó en el cargo, restableció la Constitución de 2004 y convocó presidenciales anticipadas que el 25 de mayo fueron ganadas por Petró Poroshenko.