Los milicianos denunciaron anteriormente que la mayoría de los prisioneros que Kiev entrega a la RPD son civiles que por lo visto no tenían nada que ver con las operaciones de combate.
Al señalar que se prevé cambiar 37 militares por 37 milicianos, el portavoz subrayó: "Entregaremos a militares y aceptaremos a cambio solo a milicianos, nada de civiles".
También comunicó que todavía no se ha decidido la suerte de los militares que cayeron prisioneros en Debáltsevo.
"No tenemos sus listas por lo cual todavía no podemos preparar su canje", explicó.
La tregua que según lo acordado en Minsk empezó a regir el 15 de febrero se respetó en general, menos en Debáltsevo donde, según los milicianos, cayeron en un cerco unos 3.000 efectivos del Ejército ucraniano, aunque Kiev lo negó.
El 18 de febrero, un representante de la administración de la RPD informó a los periodistas que los militares empezaron a deponer armas.
El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, a su vez declaró que las unidades gubernamentales salieron de Debáltsevo llevando consigo armas y otros equipos bélicos.