“La ONU y la OSCE se encuentran bajo la influencia evidente de determinados Estados", comentó el líder bielorruso este jueves durante una visita al Ministerio de Defensa bielorruso, citado por la agencia estatal Belta.
"Es claro que no están en condiciones de cumplir ninguna función en aras de garantizar la seguridad internacional”, dijo Lukashenko, para quien estas organizaciones “demuestran su incapacidad de mantener de un modo eficaz la seguridad en el mundo, resolver los problemas globales y los retos vigentes de nuestra época”.
Lukashenko señaló también que en los últimos años las operaciones militares suelen llevarse a cabo sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU.
“Para utilizar la fuerza contra uno u otro Estado soberano ya no es necesaria la aprobación del Consejo de Seguridad", reflexionó el presidente bielorruso. "Para atacar a Damasco, Trípoli o cualquier otra capital, los miembros de un bloque político o una coalición a tal efecto solo tienen que ponerse de acuerdo entre ellos, y eso ya es considerado como una norma del orden internacional.”
El presidente bielorruso señaló que debido a su ubicación geográfica, la república está sujeta a la influencia de prácticamente todos los procesos geopolíticos.
“La situación en el mundo, en torno a Bielorrusia, es inestable –señaló Lukashenko–, aumentan las tensiones geopolíticas entre Rusia y los países miembros de la OTAN, continúan los enfrentamientos armados en el sudeste de la hermana Ucrania, y la caída de los precios del petróleo golpeó dolorosamente a nuestros aliados más cercanos.”
A ello se suma, según Lukashenko, que EEUU y sus aliados occidentales continúan reforzando de manera planificada sus posiciones de liderazgo en las esferas militar, política y económica.
“En las inmediaciones de nuestras fronteras se desarrollan una serie de maniobras de la Alianza Atlántica, se incrementa la composición de sus fuerzas de reacción rápida en los países del Báltico y Polonia”, recordó el mandatario.
Desde abril de 2014 tiene lugar en el este de Ucrania una contienda armada entre el Ejército ucraniano y las milicias de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.
El 12 de febrero concluyeron en Minsk las negociaciones de los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania. El Grupo de Contacto para encontrar una solución a la crisis ucraniana aprobó un documento que estipula el cese del fuego en Donbás, la retirada de las armas pesadas y la creación de una zona de seguridad.
