"Un optimismo con cautela es lo que predomina en la evaluación de la situación en el este de Ucrania", dijo el canciller bielorruso a la prensa.
Según el diplomático, Minsk desea que los recientes acuerdos para la paz en Ucrania "se cumplan a rajatabla", aunque comprende que "incluso en la vida pacífica pueden surgir imprevistos", mientras que en Donbás "se libra una guerra a gran escala y los nervios están a flor de piel".
Bielorrusia sigue dispuesta a "hacer lo posible para que en esa región de Ucrania reinen la paz y la estabilidad" y en particular a acoger nuevas negociaciones "de cualquier formato" sobre la crisis ucraniana.
"Lo importante es que Minsk es visto como un lugar en el que se pueden alcanzar acuerdos", subrayó el jefe de la diplomacia bielorrusa.
La capital bielorrusa ha acogido ya varias reuniones internacionales para lograr el fin del sangriento conflicto ucraniano.
La semana pasada, se reunieron en Minsk los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania, así como los integrantes del Grupo tripartito de Contacto.
Estos encuentros culminaron con el acuerdo de un nuevo alto el fuego, que entró en vigor en Donbás el 15 de febrero, así como fijaron otras medidas para la distensión, como la creación de una zona de seguridad o la retirada de las armas pesadas que debe comenzar 48 horas después del comienzo del armisticio.