A finales de diciembre pasado la Rada Suprema (Parlamento ucraniano) adoptó una ley presentada por el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, sobre la renuncia al estatus de país no alineado.
Según expertos, es improbable que Ucrania sea admitida como miembro de la OTAN en los próximos 20 años.
El ex secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, también afirmó que para conseguirlo Ucrania necesita reunir unos requisitos, cuyo logro llevará mucho tiempo.
Además, la OTAN no admite a los países con contenciosos territoriales, como el que Ucrania mantiene por la soberanía de Crimea, que reclama a Rusia.
Los acuerdos de Minsk fueron suscritos el pasado 12 de febrero por los integrantes del Grupo de Contacto Tripartito (OSCE, Rusia y Ucrania), y avalados también sin indicación de cargos por las firmas de los líderes de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
El acuerdo recibió asimismo el respaldo de los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania en una declaración conjunta, fruto de una maratoniana reunión de 16 horas.