"La primera versión del documento propuesta por Ucrania y otros países no nos convenía a Zajárchenko (el líder de RPD) y a mí. El documento contenía muchas cosas ambiguas que rechazamos. La segunda versión, aunque no era la que pretendíamos, hemos podido modificarla en muchos aspectos", dijo.
Agregó que "todos los puntos del documento fueron consensuados con nosotros; se introdujeron los puntos sobre la reforma constitucional y descentralización, apertura de bancos, levantamiento del bloqueo económico y muchos otros por los que ha merecido la pena luchar".
Las autoridades de Kiev iniciaron en abril del año pasado una operación militar contra los independentistas del este del país que se negaron a reconocer el cambio de poder que tuvo lugar en febrero pasado.
Según los últimos datos de la ONU, más de 5.400 civiles han perdido la vida en el conflicto y unos 12.900 resultaron heridos. Desde el 9 de enero, y tras varios intentos infructuosos de alto al fuego, las hostilidades en Ucrania del Este se reanudaron.
Varias reuniones celebradas en la capital bielorrusa permitieron acordar el 12 de febrero un abanico de medidas para solucionar la crisis en Ucrania tras el fracaso de las iniciativas anteriores.
El documento correspondiente fue firmado por el Grupo de Contacto Tripartito y avalado por los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania en una declaración conjunta, resultado de una maratoniana reunión de 16 horas.
En Minsk se acordó un alto el fuego en el Este de Ucrania a partir de las 00.00 (hora de Kiev) del 15 de febrero, la retirada del armamento pesado por ambos bandos del conflicto en el transcurso de dos semanas y una reforma constitucional hasta finales de este año que garantice una descentralización y, por ende, un estatus especial para Donetsk y Lugansk.