La misión cuenta actualmente con casi 230 personas.
Kelin aseguró que las funciones de los observadores cambiarán de acuerdo con el documento aprobado en Minsk.
Así, la OSCE controlará la retirada de armas de la línea de demarcación a la distancia estipulada y luego, con los medios técnicos disponibles, velará por que la tregua se cumpla y sea estable y duradera.
En la víspera, el Grupo de Contacto (Ucrania, Rusia, la OSCE) y los jefes de las milicias de Donetsk y Lugansk acordaron en la capital bielorrusa una serie de nuevas medidas para intentar solucionar la crisis en Ucrania tras el fracaso de las iniciativas anteriores.
El documento fue apoyado por los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania en una declaración conjunta, resultado de una maratoniana reunión de 16 horas.
En Minsk se acordó un alto el fuego en el Este de Ucrania a partir de las 00.00 (hora de Kiev) del 15 de febrero, la retirada del armamento pesado por ambos bandos del conflicto en el transcurso de dos semanas y una reforma constitucional hasta finales de este año que garantice una descentralización y, por ende, un estatus especial para Donetsk y Lugansk.