Occidente justifica el uso de la fuerza por parte de Kiev en el este de Ucrania y en particular el empleo de las bombas de racimo, declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
"No comprendemos por qué en el caso de Afganistán, Yemen o Malí, Occidente llama a los gobiernos a alcanzar acuerdos con la oposición, los extremistas incluidos a veces. Pero la crisis ucraniana se trata de manera diferente. De hecho, se tolera el uso de la fuerza en la operación de Kiev y hasta se justifica el empleo de las bombas de racimo", subrayó al intervenir en la Conferencia de Múnich.
Lavrov dudó de que la crisis en Ucrania pueda tener una solución militar lo que "se confirmó el verano pasado cuando la situación hizo que se firmaran los acuerdos de Minsk".
"Lo mismo se confirma ahora cuando se ahoga otra intención más de alcanzar la victoria con la fuerza", dijo.
El este de Ucrania está sumido en un conflicto armado que, según la ONU, ha causado más de 5.300 muertos y más de 12.200 herido desde pasado abril, cuando Kiev lanzó una operación militar contra las milicias independentistas de Donbás.
En las últimas semanas la región atraviesa una escalada de hostilidades, con violaciones cada vez más frecuentes de los acuerdos que el Grupo de Contacto tripartito (Rusia, Ucrania y la OSCE) logró en Minsk el pasado mes de septiembre.
