El cantante, de 70 años, podría pasar el resto de su vida entre rejas por una serie de delitos cometidos cuando dominaba las listas de éxitos y salía de giras mundiales.
Juzgado bajo su identidad real, Paul Gadd, el exrey del glam-rock estaba acusado de nueve episodios de ataques sexuales y comportamiento indecente con menores de edad durante las décadas de los 1970 y 1980.
Los cinco hombres y siete mujeres del jurado le absolvieron hoy de tres ofensas, pero aceptaron su culpabilidad en el resto de los cargos.
Entre los seis delitos de pederastia, Glitter fue condenado por intento de violación de una niña de ocho años y por emprender un acto sexual con otra menor de doce. Este último delito conlleva una sentencia habitual de cadena perpetua, según adelanta la prensa británica.
El juez Alistair McGreath ordenó su encarcelación condicional a la espera de la confirmación de la sentencia, prevista el próximo 27 de febrero.
El músico negó los cargos y la emoción le venció al testificar en el juzgado de Southwark, en el sur de Londres.
Pero el jurado, que también escuchó los testimonios de las víctimas, mujeres en torno a los cuarenta años actualmente, dio la razón al groso del argumento y las pruebas aportadas por la fiscalía.
Glitter tiene antecedentes de pederastia y perversidad sexual. En 2006, fue condenado en Vietnam a tres años en prisión por molestar íntimamente a dos niñas, de 11 y 12 años.
Antes fue deportado de Camboya, adonde emigró tras una condena en Reino Unido en 1999. Esa vez fue procesado por posesión de unas 4.000 imágenes relacionadas con la explotación sexual de menores.
Las tres víctimas británicas presentaron sendas denuncias, en 2012, al calor del escándalo de abusos con menores perpetrados por Jimmy Savile, un popular locutor de televisión que murió meses antes de que sus crímenes salieran a la luz.
Desde entonces, se multiplican los casos de antiguas celebridades y profesionales famosos llamados a responder ante la Justicia de excesos sexuales supuestamente cometidos en el pasado.
