Madrid sigue sin recuperar la normalidad una semana después de la llegada de Filomena

MADRID (Sputnik) — La borrasca Filomena llegó a España el pasado jueves 7 dejando a su paso nevadas históricas, sobre todo en el centro de la Península Ibérica, causando un colapso de la movilidad en Madrid.

Pese a que la borrasca abandonó el país el lunes, su hueco fue ocupado por una ola de frío extremo causada por un anticiclón antártico. Las bajas temperaturas (de hasta -25 grados centígrados en algunos puntos del país) congelaron la nieve acumulada creando grandes capas de hielo en el suelo que todavía dificultan la vuelta a la normalidad.

Según los últimos datos proporcionados por la Dirección General de Tráfico, un total de 354 carreteras siguen presentando problemas a causa del temporal, aunque ya ninguna de ellas está considerada como intransitable.

Aunque desde el lunes se vuelve a permitir la entrada de camiones a la ciudad para reabastecer los supermercados, muchos barrios de la periferia de Madrid denuncian que la administración todavía no retiró el hielo de sus calles, por lo que los transportistas no pueden acceder a ellas.

"El malestar por la gestión del Ayuntamiento de Madrid no cesa de crecer en los barrios, especialmente en aquellos de la periferia. Muchas de sus calles siguen bloqueadas, carecen de medios de transporte público y sufren carencias de suministros", denuncia en un comunicado la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM).

A modo de ejemplo, la asociación vecinal del barrio de Arroyo-Culebro (en el municipio de Leganés, al sur de Madrid) denuncia que este viernes seguirán sin servicios de metro y con las líneas de autobús suspendidas, lo que les deja como única alternativa acudir a los trenes de cercanías, en los que se esperan nuevas aglomeraciones.

Pero sobre todo, la asociación vecinal denunció a través de una serie de mensajes en redes sociales que los servicios de recogida de basura siguen sin pasar incluso en aquellas calles que ya fueron declaradas como transitables.

Toneladas de basura

La acumulación de residuos es en estos momentos es uno de los problemas de más enjundia que afrontan los barrios de la región capitalina. El Ayuntamiento de Madrid reanudó la recogida de residuos en la noche del martes, cinco días después de que el servicio fuese interrumpido por el temporal.

Sin embargo, también esto se está haciendo a medio gas. Los servicios de recogida empezaron a trabajar solo al 40% de su capacidad, y la acumulación de hielo en la superficie sigue impidiendo el acceso a muchas calles.

Según informó el consistorio, hasta el momento se recogieron 1.100 toneladas de residuos de las 9.000 que estos días se acumularon en las calles, lo que deja una estampa de montañas de bolsas de basura en las aceras.

"En la mayoría de las calles las bolsas se acumulan desde hace una semana porque las cosas no se hicieron bien", lamentó Rita Maestre, portavoz del grupo Más Madrid, primera fuerza de la oposición en el consistorio madrileño.

Maestre admitió que "la nevada ha sido histórica", pero subrayó que la falta de previsión del Ayuntamiento está haciendo que una semana después "no se consiga poner en marcha la ciudad" y que las calles muestren imágenes que parecen más propias de "las consecuencias de una guerra" que de un temporal.

Zona catastrófica

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida (del conservador Partido Popular), se defendió de las críticas afirmando que la borrasca Filomena "ha sido una catástrofe que no esperábamos y que no podíamos prever" en una ciudad poco acostumbrada a lidiar con la nieve.

Almeida compareció este jueves en rueda de prensa para anunciar que Madrid solicitará al Gobierno central ser declarado como zona catastrófica, una petición a la que se sumarán otros consistorios de la región para que los daños del temporal puedan ser reparados con fondos estatales.

De acuerdo con las estimaciones preliminares, solo en el municipio de Madrid el temporal dejó alrededor de 1.000 millones en pérdidas para la economía de la ciudad (especialmente en los sectores de comercio y hostelería) y otros 400 millones en daños causados a los servicios e infraestructuras municipales.

Pese a asegurar que la administración está haciendo "un gran esfuerzo" por solventar los problemas causados por el temporal y la posterior ola de frío, el propio Almeida admitió que la ciudad tendrá que esperar hasta la semana que viene para recuperar la normalidad.

"La nieve no va a desaparecer de las calles en su totalidad esta semana. Llegaremos a la mayoría de las calles para que tengan movilidad lo largo de la semana. Esperamos poderlo lograr", afirmó.