En el escrito de denuncia, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) presenta indicios sobre una presunta red fraudulenta para sortear el pago de los derechos aduaneros de las importaciones agrícolas de Marruecos y solicita a la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) que inicie investigaciones para constatar que las autoridades competentes, concretamente los gobiernos español y francés, no están procediendo de manera irregular en perjuicio de los agricultores y los contribuyentes de la UE.
Esta denuncia se produce después de varias solicitudes de información sobre el pago de estos derechos tanto a las autoridades españolas como europeas, los cuales han hecho caso omiso a su petición. "Desde hace años estamos pidiendo al Ministerio de Agricultura que nos facilite información sobre el cobro de las tasas arancelarias por parte de la Agencia Tributaria en los puertos españoles, tasas referidas a los productos hortícolas procedentes de Marruecos. Estamos hablando de unos derechos de aduanas que se sitúan en torno a los 400 euros por tonelada en tomate, aproximadamente", explica Andrés Góngora, responsable de frutas y hortalizas de COAG."¿Dónde está el pago de esas tasas? Los indicios apuntan a que no se cobra nada y, en la práctica, los puertos españoles y franceses son un coladero de frutas y hortalizas de países terceros sin control", cuestiona Góngora.
La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude ya confirmó en 2007 la existencia de irregularidades en el régimen de importación de productos hortofrutícolas marroquíes. "Estas deficiencias no solo no se han subsanado, sino que se ha deteriorado el sistema de control y regulación tras la reforma del sistema de precios de entrada el pasado año 2014, que favorece el incumplimiento de los pagos en aduana y perjudica seriamente los intereses del contribuyente y de los productores de hortalizas de la UE, en especial de los españoles", lamenta Góngora, "una competencia desleal que ha desestabilizado el mercado y que ha tirado por los suelos los precios, arruinando a nuestros agricultores".
A través de esta demanda esperan que la Comisión Europea investigue estos hechos, ya que en la campaña 2019-2020, Marruecos superó el contingente que tienen autorizado particularmente en el caso del tomate, con más de 150.000 toneladas. Tan solo durante 2019, la Unión Europea importó 1,4 millones de toneladas de frutas y hortalizas procedentes de dicho origen. Esto supone un crecimiento del 40% respecto a 2015.
"El no reclamar estos derechos de aduanas, perjudica gravemente al sector puesto que pueden entrar saltándose a la torera todos los derechos de aduanas y en consecuencia, perjudicando en el precio que cobran los agricultores europeos", concluye Góngora.
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