Cada último viernes del mes de noviembre se celebra el Black Friday, una oportunidad para realizar las compras navideñas con descuentos antes de que se incrementen los precios tras la demanda. Esta tradición surgió en Estados Unidos, pero poco a poco se fue extendiendo al resto del globo. En plena fiebre de compras a la vez crece una resistencia cada vez mayor a este consumismo importado a la que se ha denominado como Green Friday.
"Nosotras intentamos mantener buenos precios y una relación calidad precio buena durante todo el año para no hacer esos descuentos tan agresivos durante esos días", asegura a Sputnik de Andrés. Amapola Bio es una empresa que fabrica cosmética ecológica en Segovia y que cuenta con cuatro tiendas físicas en España: dos en Barcelona, una en Madrid y otra en Segovia. "Este tipo de iniciativas coinciden con nuestra filosofía, por ello, queremos fomentar otro tipo de comercio y decidimos unirnos a esta corriente".
Como de Andrés, muchos clientes y comerciantes han decidido apoyar esta corriente que surge como respuesta al consumo compulsivo del Black Friday y plantear una alternativa de consumo consciente con los efectos medioambientales para la misma fecha. Desde 2015, y marcado por la sostenibilidad, el Green Friday llegó a España como un competidor sostenible, tratando de llevar el consumo hacia un comportamiento más comedido y razonable.