"Esta situación no tiene sentido, es insostenible. Hay un montón de casos que muestran como simplemente no tenemos servicios. El tema de la seguridad por COVID es una mentira, las urgencias están cerradas porque era su plan", nos cuenta Pastora Ardana, portavoz de la Plataforma Ciudadana Urgencias 24H YA, de Villaverde del Río, que se manifestaba el 19 de octubre ante la sede del Gobierno andaluz.
Villaverde del Río (7.818 habitantes), tenía un servicio de urgencias que cerró; ahora solo cuenta con un ambulatorio de lunes a viernes de 8h a 15h. "La presunta seguridad del doble recorrido es mentira, los centros de salud a los que tenemos que viajar tienen la misma seguridad que tendría el nuestro. Simplemente nos tienen abandonados".
"No nos han confinado simplemente porque no tenemos una unidad sanitaria. Por eso han permitidos que tengamos que trasladarnos a otras localidades o a Sevilla capital para recibir atención", lamenta Ardana, "finalmente hemos colapsado las urgencias de otras ciudades".
Un sistema hospitalcentrista y sin PCR
Villaverde llegó a tener una dotación de 5 médicos —aunque el 5º nunca llegó a incorporarse—, urgencias 24 horas y una ambulancia. Ahora solo cuenta con tres facultativos, no tiene urgencias ni ambulancia. La vuelta al curso no ha implicado la reapertura de estos servicios básicos, sobre todo en zonas rurales y más aisladas de toda la comunidad. "Tenemos un sistema que sobrecarga los hospitales de las capitales. Hay menos servicios y eso lo pagan sobre todo las zonas rurales y de difícil acceso", explica a Sputnik Jesús Cabrera, de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Andalucía.
La asistencia, explican desde el sindicato, "está esquilmada", se asienta sobre todo en una atención telefónica que mantiene al personal sanitario y a los usuarios insatisfechos.
"Además tenemos deficiencia estructural de rastreadores. En Andalucía tenemos esta cantidad de rastreadores simplemente porque se ha contado con enfermeros y personal de asistencia primaria para esta labor, con lo cual, estás desatendiendo la sanidad más básica", analiza Cabrera.
Otro agravante es la falta de PCR realizados en Andalucía, que excluyendo a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, está a la cola de España según los recientes análisis de Sanidad, con 145 pruebas por cada 1000 habitantes, lejos de las 480 que ha realizado la comunidad más prolífica, Navarra.
Falta personal
El panorama andaluz es de colas a las puertas de los centros sanitarios. Lo habitual es que exista una cola para pedir cita, que cuando es concedida, normalmente se traduce en una primera atención telefónica, es decir, colas y aglomeraciones físicas para que te atiendan telefónicamente, y las colas y aglomeraciones, son lo opuesto a la seguridad.
Por otro lado, en el Parlamento, se ha convalidado una nueva medida para la contratación de médicos en zonas de difícil cobertura. "Hemos tenido siempre problemas para cubrir determinadas zonas de Andalucía, por ejemplo Baza o Guadix [Granada], la Sierra Norte [Sevilla], Riotinto [Huelva], Algeciras o La Línea [Cádiz], zonas en las que es muy difícil llegar a una cobertura óptima de personal sanitario", explicaba Jesús Aguirre, el Consejero de Salud y Familia en la presentación del incentivo especial para que el personal sanitario se asiente en estos entornos geográficos. Tendrán más puntos, más remuneración y mejores perspectivas laborales.
En total, según la Consejería, hay 90 zonas básicas de salud —municipios— catalogadas como zonas de difícil cobertura.
El 19 de octubre, en la localidad almeriense de Huércal Overa, una de esas zonas de difícil acceso, Aguirre afirma que "esta iniciativa pretende reconocer la labor de los que elijan trabajar en zonas rurales o remotas y garantizar la presencia y estabilización en estos puestos". Pero de fondo, está la precariedad del empleo sanitario, en Andalucía.
…y la casa sin barrer
Lo cierto es que, a la espera de las medidas de urgencia que la pandemia ha provocado, la respuesta estructural es deficiente. Faltan medios, faltan fondos y faltan profesionales que, dada la precariedad, prefieren emigrar. Andalucía tras Cataluña y Madrid, lidera el éxodo de batas blancas al extranjero, sobre todo al Reino Unido y Francia.
Mientras las medidas no sean efectivas, los vecinos de Villaverde y de multitud de localidades andaluzas, deberán coger el coche para que les atiendan a kilómetros de su localidad. "Tengo el ejemplo de una vecina que se cayó paseando al perro. Para que la atendieran en radiografía, tuvo que ir a 4 pueblos distintos, yendo de un ambulatorio a otro, hasta que en el 4º sí le hicieron la radiografía, pero no la curaron allí", nos explica Pastora Ardana. La vecina del pie roto tuvo que volver tras su odisea a su pueblo para que —con su radiografía— sí le atendieran y sanaran, tras viajar a 4 localidades diferentes… cosas de la España vaciada y desprovista de recursos y servicios.