No obstante, la condena no supondrá su ingreso en prisión, ya que Bilbao Beascoechea ya cumplió 30 años de privación de libertad por otras causas, alcanzando el máximo legal.
El fallo considera probado que el comando de ETA en el que se encontraba integrado Bilbao había recibido información detallada sobre los movimientos de los vehículos de un cuartel de la Guardia Civil en Villafranca de Ordicia, en la provincia vasca de Guipúzcoa.
El grupo terrorista organizó una emboscada a pocos kilómetros del cuartel contra varios vehículos de la Guardia Civil, que fueron atacados con granadas y fuego de ametralladora.
Por su parte, los agentes intentaron repeler la agresión, creando una situación de fuego cruzado que se prolongó hasta que los atacantes gastaron su munición.
Ignacio Bilbao Beascoechea, extraditado a España en 1999 tras ser detenido en Francia en 1992, ya había sido condenado en otras causas por su pertenencia a ETA.
Durante el juicio, la defensa del acusado pidió su puesta en libertad, alegando que ya lleva 31 años en la cárcel, superando el máximo legal de 30 años.
El acusado fue puesto en libertad el 1 de octubre, dos días después de que el juicio sobre el ataque en Villafranca de Ordicia quedase visto para sentencia.