"La Consejería de Sanidad, como autoridad sanitaria y en el marco que le confiere la legislación nacional y autonómica, ha acordado la puesta en marcha de una serie de medidas de contención que afectan a este municipio burgalés, destinadas a contener una posible transmisión comunitaria de la enfermedad", informó el Gobierno regional en un comunicado.
A partir del 7 de agosto quedará restringida "la libre entrada y salida de personas" del municipio excepto en desplazamientos debidamente justificados para asistir a centros sanitarios, ir al trabajo, volver al lugar de residencia habitual o asistir a personas dependientes.
El confinamiento se prolongará durante al menos dos semanas, aunque el periodo podrá ser prorrogado en función de la evolución epidemiológica.
El juzgado de instrucción de la localidad autorizó la medida a raíz de la elevada tasa de influencia de la enfermedad entre la población, con más de 228 contagios que constatan la transmisión comunitaria del virus.
Los residentes de Aranda de Duero podrán circular por el territorio, aunque las autoridades desaconsejan los desplazamientos para actividades que no sean imprescindibles.
Asimismo, quedarán suspendidas visitas en los centros con personas mayores y las reuniones de "cualquier agrupación o reunión de carácter privado o no regulado" que supere un número máximo de diez personas.
Este es el tercer municipio de la comunidad autónoma de Castilla y León que vuelve al confinamiento por brotes descontrolados del coronavirus, después de que lo hicieran las localidades de Íscar y Pedrajas de San Esteban.
