Así lo anunciaron en sendas comparecencias ante la prensa el presidente vasco, Íñigo Urkullu, y el gallego, Alberto Núñez Feijóo, tras convocar de forma extraordinaria a sus Gobiernos para fijar elecciones este 18 de mayo.
"La situación actual es significativamente mejor que la que dio lugar a la declaración de emergencia sanitaria hace dos meses", defendió el presidente Urkullu en una comparecencia tras anunciar la nueva fecha de los comicios autonómicos.
Su homólogo gallego coincidió en que el domingo 12 de julio es una fecha con "menor incertidumbre" para celebrar elecciones, ya que coincide con el comienzo del verano y es improbable que haya turistas por la pandemia.
En una reciente reunión con las fuerzas políticas del País Vasco, Urkullu presentó una serie de informes para avalar que el mes de julio presenta la tasa más baja de contagios por el coronavirus y es, por lo tanto, el mes idóneo para votar.
Ambos gobiernos consideran arriesgado esperar a otoño para organizar comicios, ya que las autoridades sanitarias advierten de posibles rebrotes del COVID-19 cuando pase el verano.
Además, tanto el Parlamento de Galicia como el de País Vasco están disueltos desde febrero, cuando terminaron las dos legislaturas, sin la posibilidad de realizar la actividad legislativa habitual.
"Es necesario un Parlamento plenamente operativo y en marcha para un país que necesita todas sus herramientas, capacidades y recursos", afirmó el presidente vasco tras anunciar la convocatoria de elecciones.
Entre estos dos territorios hay más de 4 millones de ciudadanos llamados a votar en unos comicios que serán inéditos tanto por el momento, en plenas vacaciones de verano, como por la emergencia sanitaria, que obligará a extremar las medidas de seguridad.